martes, 2 de mayo de 2017

“No me cabe en la cabeza morirme y que la Guatemala donde yo nací, siga igual como si yo no hubiera vivido”



“Vamos equipo” decía aquel 2013 en la eliminatoria para el mundial Sub-17 con la camisola de la selección nacional pegada al pecho y el brazalete de capitán en el brazo izquierdo. “Medicina” exclamaba el pasado 30 de marzo frente al hospital San Juan de Dios portando con orgullo su impecable uniforme de futuro doctor. “Guatemala” gritaba a todo pulmón el 27 de agosto de 2015 en el parque central ondeando con libertad la bandera de nuestro país. “Pidamos a Dios por nuestro país y nuestra gente” oraba el pasado sábado frente a los jóvenes de la parroquia El Divino Redentor. 


                                                            Foto: Instagram de Otto

Otto Arriaga es un personaje que daría lo vida tanto por su patria como por sus creencias e ideales, nunca se queda callado cuando algo le molesta y siempre piensa en el prójimo antes que en el mismo. Otto, de 20 años, y guatemalteco lucha por la mejoría del país desde sus ámbitos sociales. Estudiante de medicina de la USAC, catequista y misionero, revolucionario y protestante, amante de su familia, amigos y sobre todo de Dios, tiene muchos talentos los cuales busca explotar ayudando al prójimo más que a sí mismo. 

                                                          Foto: Instagram de Otto

Llegué a la parroquia El DivinoRedentor, Utatlán II. Paso por el salón donde tuve mis clases de confirmación en aquel lejano 2013 donde Otto fue mi compañero de confirmación. Sorprende la cantidad de gente elegante que llega, ese día había una boda muy importante en la iglesia. Escucho la voz de Otto moviendo sillas desde adentro del salón, había clase de confirmación y reunión de padres ya que al día siguiente había un retiro. Sale y me saluda con un cálido apretón de manos. “Vamos, te voy a llevar a mi oficina” me dijo, al dirigirnos a las bancas afuera de la iglesia. 

                                                         Foto: Daniel Ruano

Desde siempre has sido una persona que lucha por lo que cree y por lo que es justo, ¿Con que valores te describís a vos mismo?

Justicia, responsabilidad, discernimiento y contemplación. 

                                                        Foto: Sebastian Aldana

Al graduarte del Liceo Javier en 2014, tomaste una decisión que probablemente muy pocos conocen la cual fue escoger entre ser futbolista profesional o ser doctor. ¿Cuál fue el factor más influyente en tu decisión? 

Fue una decisión sumamente difícil, lo que realmente me empujó fue poner en la balanza de qué manera le podía ayudar más a Guatemala, si siendo un futbolista representando a mi país o como un futuro doctor o algún sistema de salud que pueda tener una repercusión positiva en el país. 

                                                     Foto: Instagram de Otto

Actualmente sos catequista de confirmación, ¿Qué te acercó a ser catequista y promover la religión en los jóvenes? 

Confiar en la religión como un medio para unificar sociedades y dirigir un fin que es el bien común, confío en una religión católica como una vía que nos lleva al servicio social, a pensar en el prójimo que eso es lo que actualmente necesita nuestro mundo. 

Foto: Sebastian Aldana

¿Qué es lo que realmente te mueve a seguir haciendo un cambio por esta Guatemala tan violenta e indiferente? 

Confiar en que si se puede hacer un cambio sustancial en nuestra sociedad guatemalteca. No tenerle miedo al campo político, no tenerle a miedo a que tenemos que pelear contra un monstruo gigante que es la corrupción y confiar en que tienen que haber personas que tienen que dar ese primer paso hacia adelante, ser esa punta de lanza y confiar que, con una reforma a las leyes que nos rigen, se puede hacer un cambio en nuestro país que quizá nosotros no vayamos a vivir o a sentir, sino que nuestras futuras generaciones. No me cabe en la cabeza morirme y que la Guatemala donde yo nací, siga igual como si yo no hubiera vivido.

                                                        Foto: Instagram de Otto

Nómada publicó un artículo en el cual te quisieron dejar como un héroe anónimo pero los que te reconocen. ¿Qué piensas de la nota y te molesta estar en el anonimato? 

No, a mí no me importa si se llega a saber mi nombre tanto positiva como negativamente, ni me quita ni me pone. Lo que me interesa a mí es el eco que pueda tener en nuestra sociedad y nuestras facultades de la USAC. A la larga que se llegue a saber mi nombre lo único que me beneficia a mi es el conocimiento que puedan llegar a tener los entes amenazadores y represores de nuestra universidad.  

Por los acontecimientos revolucionarios que has protagonizado hasta ahora, tus compañeros y conocidos estudiantes de la facultad ya te dan el apodo de “Oliverio Castañeda de León”, un estudiante revolucionario durante el conflicto armado interno en Guatemala que luchaba por los derechos humanos y la educación superior de nuestro país. ¿Te identificas con este personaje? 

No, definitivamente sería una falta de respeto para él que yo me sintiera identificado. Lo que él hizo por nuestro país y la educación superior no se puede comparar con algo que me tocó hacer a mí por mis circunstancias, momento y situación. No le llego ni a los talones a este personaje e inclusive esta etiqueta que se me da en algún momento, pues fue ciertamente incómoda para mí, en ningún momento pretendí que se llegara a interpretar eso. Si yo quisiera en algún momento que me recordaran pues me gustaría que me recordaran como Otto Arriaga y no como alguien como Oliverio Castañeda. 

                                                      Foto: Sebastian Aldana

El 30 de marzo, hicieron una marcha pacífica frente al Hospital General San Juan de Dios para recuperar la huelga, nuevamente fuiste la voz de la facultad. ¿Cuál es el cambio que busca promover la facultad de ciencias médicas de la USAC tanto en la universidad como en Guatemala? 

Yo no fui la voz, esto fue ya un movimiento unificado que surgió como producto por la situación que sucedió por la expulsión de los encapuchados. Recuperar la huelga nos marca una pauta de querer recuperar lo que posteriormente es nuestra AEU (Asociación de estudiantes universitarios). Son pasos firmes, uno de los fines es recuperar nuestra AEU, porque si nosotros vemos la historia de nuestra USAC, el peso que tiene en la sociedad es muy grande. Es la universidad, respecto a otros países, más grande de Latinoamérica ya que es iniciativa de ley, aporta al colegio de abogados, a las cortes supremas, a la corte de constitucionalidad; son factores que nosotros recuperando la AEU, son para el beneficio del pueblo. No podemos hacer esa transición si seguimos tapándonos las caras, si seguimos haciendo nuestra oportunidad para hacer demandas algo bufo, algo de chiste. Estamos ya en un punto en el cual ya no es necesaria las capuchas para hacer nuestras demandas. 

                                                       Foto: Instagram de Otto

Está claro que los estudiantes de medicina fueron escuchados el pasado 30 de marzo, en las afueras del Congreso, cuando en representación de todos hablaste con la ministra de salud y le dijiste cara a cara las deficiencias en los distintos hospitales del país. ¿En algún momento Otto Arriaga se ve en algún puesto alto peleando por mejorar la calidad de los hospitales y personas? 

Cualquier cargo que me deje hacer cualquier cambio sustancial a nuestro sistema de salud y si sé que va a ser para beneficio del pueblo y no para beneficio mío, lo tomaría. Confío en que la gente con la que me rodeo en movimiento estudiantil, pueda llegar gente capacitada realmente a ocupar esos cargos también. 

                                                    Foto: Instagram de Otto

 
Joselyn, una mujer de escasos recursos con diabetes, ella se unió a la huelga demandando falta de medicinas. Debido este tipo de personas y muchas otras que has ayudado en tanto servicios sociales como en misiones como tú más reciente en Belice. ¿Cuál ha sido la experiencia que más te ha marcado? 

Es una acumulación de experiencias, por ejemplo, con la iglesia, hemos tenido la experiencia de compartir con gente de la calle de la zona 1 que duerme con un solo pedazo de cartón. Con mi facultad, ir a los hospitales nacionales y ver la calamidad que tu segunda casa de estudios está colmada de policías del sistema penitenciario, de muertos en camillas todavía y de enfermos que llegan con una esperanza que, por la falta de insumos, la falta de capacidad de infraestructura no se le pueda dar una ayuda. Las misiones que me ha toca ir a Belice, toparme con que 50% de la población de Belice sea de inmigrantes guatemaltecos que fueron exiliados por conflicto armado interno donde su sustento es tortilla y frijol.  

                                             Foto: Instagram de Otto

Otto se ha creado de un nombre a donde vaya, es un revolucionario de esos de antaño, los cuales no tienen miedo de expresar lo que piensan o sienten y si tienen que salir a protestar a las calles toma una bandera de Guatemala y la ondea de lado a lado cantando el himno nacional. Entregado completamente al servicio de Dios mediante los grupos juveniles de confirmación, promueve la palabra para unificar sociedades y ora por un país mejor cada día. Apasionado por la medicina y ayudar al prójimo, buscará convertirse en un doctor exitoso en un futuro no muy lejano.

                                                        Foto: Giselle Chang