“Vamos equipo” decía aquel 2013
en la eliminatoria para el mundial Sub-17 con la camisola de la selección
nacional pegada al pecho y el brazalete de capitán en el brazo izquierdo.
“Medicina” exclamaba el pasado 30 de marzo frente al hospital San Juan de Dios
portando con orgullo su impecable uniforme de futuro doctor. “Guatemala”
gritaba a todo pulmón el 27 de agosto de 2015 en el parque central ondeando con
libertad la bandera de nuestro país. “Pidamos a Dios por nuestro país y nuestra
gente” oraba el pasado sábado frente a los jóvenes de la parroquia El Divino
Redentor.
Foto: Instagram de Otto
Otto Arriaga es un personaje que
daría lo vida tanto por su patria como por sus creencias e ideales, nunca se
queda callado cuando algo le molesta y siempre piensa en el prójimo antes que
en el mismo. Otto, de 20 años, y guatemalteco lucha por la mejoría del país desde sus ámbitos sociales. Estudiante de medicina de la USAC, catequista y misionero,
revolucionario y protestante, amante de su familia, amigos y sobre todo de
Dios, tiene muchos talentos los cuales busca explotar ayudando al prójimo más
que a sí mismo.
Foto: Instagram de Otto
Llegué a la parroquia El DivinoRedentor, Utatlán II. Paso por el salón donde tuve mis clases de confirmación
en aquel lejano 2013 donde Otto fue mi compañero de confirmación. Sorprende la
cantidad de gente elegante que llega, ese día había una boda muy importante en
la iglesia. Escucho la voz de Otto moviendo sillas desde adentro del salón,
había clase de confirmación y reunión de padres ya que al día siguiente había
un retiro. Sale y me saluda con un cálido apretón de manos. “Vamos, te voy a
llevar a mi oficina” me dijo, al dirigirnos a las bancas afuera de la iglesia.
Foto: Daniel Ruano
Desde siempre has sido una persona que lucha por lo que cree y por lo
que es justo, ¿Con que valores te describís a vos mismo?
Justicia, responsabilidad,
discernimiento y contemplación.
Foto: Sebastian Aldana
Al graduarte del Liceo Javier en 2014, tomaste una decisión que
probablemente muy pocos conocen la cual fue escoger entre ser futbolista
profesional o ser doctor. ¿Cuál fue el factor más influyente en tu decisión?
Fue una decisión sumamente
difícil, lo que realmente me empujó fue poner en la balanza de qué manera le
podía ayudar más a Guatemala, si siendo un futbolista representando a mi país o
como un futuro doctor o algún sistema de salud que pueda tener una repercusión
positiva en el país.
Foto: Instagram de Otto
Actualmente sos catequista de confirmación, ¿Qué te acercó a ser
catequista y promover la religión en los jóvenes?
Confiar en la religión como un
medio para unificar sociedades y dirigir un fin que es el bien común, confío en
una religión católica como una vía que nos lleva al servicio social, a pensar
en el prójimo que eso es lo que actualmente necesita nuestro mundo.
Foto: Sebastian Aldana
¿Qué es lo que realmente te mueve a seguir haciendo un cambio por esta
Guatemala tan violenta e indiferente?
Confiar en que si se puede hacer
un cambio sustancial en nuestra sociedad guatemalteca. No tenerle miedo al
campo político, no tenerle a miedo a que tenemos que pelear contra un monstruo
gigante que es la corrupción y confiar en que tienen que haber personas que
tienen que dar ese primer paso hacia adelante, ser esa punta de lanza y confiar
que, con una reforma a las leyes que nos rigen, se puede hacer un cambio en
nuestro país que quizá nosotros no vayamos a vivir o a sentir, sino que
nuestras futuras generaciones. No me cabe en la cabeza morirme y que la Guatemala
donde yo nací, siga igual como si yo no hubiera vivido.
Foto: Instagram de Otto
Nómada publicó un artículo en el cual te quisieron dejar como un héroe
anónimo pero los que te reconocen. ¿Qué piensas de la nota y te molesta estar
en el anonimato?
No, a mí no me importa si se
llega a saber mi nombre tanto positiva como negativamente, ni me quita ni me
pone. Lo que me interesa a mí es el eco que pueda tener en nuestra sociedad y
nuestras facultades de la USAC. A la larga que se llegue a saber mi nombre lo
único que me beneficia a mi es el conocimiento que puedan llegar a tener los
entes amenazadores y represores de nuestra universidad.
Por los acontecimientos revolucionarios que has protagonizado hasta
ahora, tus compañeros y conocidos estudiantes de la facultad ya te dan el apodo
de “Oliverio Castañeda de León”, un estudiante revolucionario durante el
conflicto armado interno en Guatemala que luchaba por los derechos humanos y la educación superior de nuestro país. ¿Te
identificas con este personaje?
No, definitivamente sería una
falta de respeto para él que yo me sintiera identificado. Lo que él hizo por
nuestro país y la educación superior no se puede comparar con algo que me tocó
hacer a mí por mis circunstancias, momento y situación. No le llego ni a los
talones a este personaje e inclusive esta etiqueta que se me da en algún
momento, pues fue ciertamente incómoda para mí, en ningún momento pretendí que
se llegara a interpretar eso. Si yo quisiera en algún momento que me recordaran
pues me gustaría que me recordaran como Otto Arriaga y no como alguien como
Oliverio Castañeda.
Foto: Sebastian Aldana
El 30 de marzo, hicieron una marcha pacífica frente al Hospital General
San Juan de Dios para recuperar la huelga, nuevamente fuiste la voz de la
facultad. ¿Cuál es el cambio que busca promover la facultad de ciencias médicas
de la USAC tanto en la universidad como en Guatemala?
Yo no fui la voz, esto fue ya un
movimiento unificado que surgió como producto por la situación que sucedió por
la expulsión de los encapuchados. Recuperar la huelga nos marca una pauta de
querer recuperar lo que posteriormente es nuestra AEU (Asociación de
estudiantes universitarios). Son pasos firmes, uno de los fines es recuperar
nuestra AEU, porque si nosotros vemos la historia de nuestra USAC, el peso que
tiene en la sociedad es muy grande. Es la universidad, respecto a otros países, más grande de Latinoamérica ya que es iniciativa de ley, aporta al
colegio de abogados, a las cortes supremas, a la corte de constitucionalidad;
son factores que nosotros recuperando la AEU, son para el beneficio del pueblo.
No podemos hacer esa transición si seguimos tapándonos las caras, si seguimos
haciendo nuestra oportunidad para hacer demandas algo bufo, algo de chiste.
Estamos ya en un punto en el cual ya no es necesaria las capuchas para hacer
nuestras demandas.
Foto: Instagram de Otto
Está claro que los estudiantes de medicina fueron escuchados el pasado
30 de marzo, en las afueras del Congreso, cuando en representación de todos
hablaste con la ministra de salud y le dijiste cara a cara las deficiencias en
los distintos hospitales del país. ¿En algún momento Otto Arriaga se ve en
algún puesto alto peleando por mejorar la calidad de los hospitales y personas?
Cualquier cargo que me deje hacer
cualquier cambio sustancial a nuestro sistema de salud y si sé que va a ser
para beneficio del pueblo y no para beneficio mío, lo tomaría. Confío en que la
gente con la que me rodeo en movimiento estudiantil, pueda llegar gente
capacitada realmente a ocupar esos cargos también.
Foto: Instagram de Otto
Joselyn, una mujer de escasos recursos con diabetes, ella se unió a la
huelga demandando falta de medicinas. Debido este tipo de personas y muchas
otras que has ayudado en tanto servicios sociales como en misiones como tú más
reciente en Belice. ¿Cuál ha sido la experiencia que más te ha marcado?
Es una acumulación de
experiencias, por ejemplo, con la iglesia, hemos tenido la experiencia de
compartir con gente de la calle de la zona 1 que duerme con un solo pedazo de
cartón. Con mi facultad, ir a los hospitales nacionales y ver la calamidad que
tu segunda casa de estudios está colmada de policías del sistema penitenciario,
de muertos en camillas todavía y de enfermos que llegan con una esperanza que,
por la falta de insumos, la falta de capacidad de infraestructura no se le
pueda dar una ayuda. Las misiones que me ha toca ir a Belice, toparme con que
50% de la población de Belice sea de inmigrantes guatemaltecos que fueron
exiliados por conflicto armado interno donde su sustento es tortilla y
frijol.
Otto se ha creado de un nombre a
donde vaya, es un revolucionario de esos de antaño, los cuales no tienen miedo
de expresar lo que piensan o sienten y si tienen que salir a protestar a las
calles toma una bandera de Guatemala y la ondea de lado a lado cantando el
himno nacional. Entregado completamente al servicio de Dios mediante los grupos
juveniles de confirmación, promueve la palabra para unificar sociedades y ora
por un país mejor cada día. Apasionado por la medicina y ayudar al prójimo,
buscará convertirse en un doctor exitoso en un futuro no muy lejano.
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