miércoles, 23 de octubre de 2019

La vida o la fé - Análisis de polarización y posverdad

Guatemala es un país con muchas "cucharas en la sopa" de distintos temas de relevancia social. Sin duda somos un país de tercer mundo porque entre nosotros mismos nos ponemos obstáculos cuando vemos que otro está haciendo algo innovador o trabajando de buena manera. Uno de los temás más polémicos y que siempre es tema de debate es la legalización del aborto.

Guatemala es un país donde el abuso sexual es un tema muy recurrente, donde aproximadamente hay 65,000 abortos anualmente. De esa cifra, un tercio de las mujeres son hospitalizadas por una mala práctica o problemas al momento de sacar al feto. Todos estos datos son recopilados de la página Women on Waves, que resalta cómo todos estos casos se pueden evitar si se legaliza el aborto. Ellas explican que es "un derecho humano" así como el de la educación, vivienda, y a la vida. 

Por otro lado, tenemos un país fuertemente estandarizado dentro de la religión, ya sea católica, cristiana, etc. Donde se restringe mucho el libre pensamiento y la libertad de acciones. Lo digo yo porque así se ve en la sociedad, donde no te puedes ir a vivir antes de casarte con tu pareja, donde no se aceptan ideas de cambio de género. 

La polarización es la forma en la que se moldea la esfera pública que nosotros vivimos al comparar estas dos posturas frente a frente. Se refleja en acciones, en palabras, en expresiones para finalmente intentar plasmarlo en leyes que benefician y rigen nuestra sociedad. 

La posverdad tiene un peso importante en cualquier burbuja de opinión pública que comparemos, en este caso, con el tema del aborto, ya que como seres humanos, siempre buscamos el bienestar físico, mental y social y por eso estamos buscando apoyar leyes para que nuestros conocimientos en medicina sigan aplicándose para lo que fueron pensados, salvar vidas. 

Pero cada persona desde pequeñitos se le inculca, crea, moldea y aprende, sus valores e ideales. Uno de ellos es la religión, ya sea que no tenga o tenga alguna, con la única excepción de los budistas, ninguna otra permite abiertamente el aborto. 

Si como seres humanos le queremos decir que si a la vida, protegiéndonos a través de nuestros avances en medicina, al mismo tiempo otro gran grupo, es fiel a lo que se les dijo desde pequeños, de siempre ser fiel a sus creencias y a su fé que les ha servido a lo largo de su vida. Al final de cuentas, son unos pocos los que deciden sobre lo que se hace o lo que no, quitando y poniendo leyes, pero el pueblo es el que manda.

Y tú, ¿Preferís la vida o la fé? 

1 comentario:

  1. Creo que tu artículo tiene bastantes puntos muy ciertos. La cultura hoy en día esta completamente polarizada, con opiniones extremas y opuestas. Un término medio es casi imposible de alcanzar. Y encima, mientras más "inclusiva" se vuelve la cosa, menos tolerancia existe para las cosas tradicionales y cotidianas. Entre ellas la religión, la cual efectivamente se nos enseña desde pequeños, pero que pocas veces es una búsqueda natural de la persona adulta. Sin embargo no creo oportuno comparar su postura ante el aborto con la oposición a la vida. Creo que en ambos casos se la defiende. De maneras distintas y con diferentes bases morales, lo mejor será separar polarización de creencia religiosa, porque en sí la iglesia no se opone a más que la terminación de una vida inocente. He acá donde la posverdad no permite apreciar de manera correcta la postura verdadera de la Iglesia ante el aborto. No es un poder castigador, ni radical, es aquella voz que pide por favor la consideración de la vida desde el momento de concepción.

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